Con la llegada del verano la piel se desestaviliza y a causa del calor los poros se dilatan causando más grasa e impurezas en el rostro.
Por otro lado el calor y la alta húmeda del ambiente va resecándo la piel hasta desidratarla causándo más sensibilidad, por tanto tienes que tener en cuenta éstos tres pasos:
- Mantener la piel limpia utilizando exfoliantes y mascarillas una vez a la semana.
- Hidratrar todos los días la piel utilizan tónicos o aguas termales que además te refresca y calma las irritaciones causadas por el sol o el viento.
- Aportar hidratación extra aplicándo una mascarilla hidratante y calmante cómo la que he elaborado en éste vídeo tutorial.
Espero que te guste y ya me dirás que tal te va. Si tienes alguna duda te responderé con mucho gusto.